Hoy hablamos de cómo ajustar tus discursos a la situación. Desde el vender una idea o mensaje, a persuadir desde quién es la persona con la que estamos teniendo la conversación. A veces el ánimo con el que estamos no hace menos asertivos o efectivos al comunicarnos, y cuando no tomamos en consideración la realidad de la otra persona, se hace más difícil que nos quieran escuchar. Cuéntanos, ¿qué es lo que más te cuesta cuando estas vendiendo tu mensaje o una idea?