La “luz moderna de lo insólito” de la que nos habla Aragon, encarnada en esas esfinges que proponen enigmas al paseante soñador que recorre ciertas ciudades, reina en las “galerías cubiertas que abundan en París, alrededor de los grandes bulevares y a las que se llama, significativamente, pasajes, como si en estos corredores robados a la luz no estuviera permitido a nadie pararse más de un instante”. Escrito y narrado por Rafael Castillo Zapata