El pasado sábado 5 de febrero, un bebé venezolano de 9 meses de edad murió luego de que la Guardia Costera de Trinidad y Tobago disparara contra una embarcación de migrantes proveniente de Tucupita, en el estado Delta Amacuro. De acuerdo con el coordinador de la ONG Foro Penal en la entidad, Orlando Moreno, se trataba de Yaelvis Santoyo Sarabia, un infante que iba rumbo a la isla caribeña en brazos de su madre, Darielvis Sarabia, quien también recibió un disparo. También te puede interesar: Extraoficial: muere bebé venezolano tras disparos de la guardia Costera de Trinidad y Tobago Grevic Alvarado, periodista venezolano en Trinidad y Tobago, trabajando para el diario Newsday, aseguró que en estos momento, la madre del menor se encuentra en un hospital trinitario en espera de decisiones sobre su estatus migratorio, al igual que el de los otros venezolanos que se encontraban en la embarcación. «Las leyes de Trinidad y Tobago son confusas en el tema migratorio y de protocolos en la frontera» añadió. Referente al fatal episodio, Alvarado insistió en que las autoridades trinitarias alegan que al encontrarse con los venezolanos, estos tratan de esquivarlos y ahí es donde «se pone confuso». El periodista recordó que la guardia costera, además de un buque, tiene un pequeña embarcación con la que hacen los recorridos en la noche. «Las autoridades trinitarias dicen que esta pequeña embarcación venezolana venía con aproximadamente 20 personas de forma irregular» acotó. Destacó que en algún momento de este trayecto a Trinidad, los migrantes deben esconderse al ver autoridades, y que por eso la guardia pudo decir, que un primer momento, que no vio a los migrantes. Alvarado indicó que detrás de estas embarcaciones hay mafias con grandes grupos de gente. «Tienen unos 6 años haciendo estos recorridos tras la crisis socioeconómica del país» señaló. Resaltó que estos son botes con capacidades de 15 a 20 personas donde embarcan a 40.