Monseñor Baltazar Porras se refirió a la condición de cristiano y ciudadano en tiempos adversos, recordó el milagro del limonero y la necesidad de ser discípulos para no caer en las tentaciones del desanimo o de acomodarnos para no preocuparnos por los demás. El cardenal fue enfático en la necesidad de ejercer la ciudadanía para alcanzar el sueño de vivir en paz y con serenidad. La homilía la ofreció en la Plaza Diego Ibarra, en el centro de Caracas.